1. Aumento de energía sostenida

Una de las primeras cosas que notamos fue el cambio en nuestra energía. Preparar un batido casero antes de entrenar nos permitió rendir mucho más, sin los típicos bajones de energía de los suplementos procesados.

2. Recuperación muscular más rápida

Los frutos secos son fuente de proteínas de alta calidad y aminoácidos esenciales. Notamos que, tras entrenamientos intensos, la recuperación muscular era mucho más efectiva. Nos sentíamos menos fatigados y listos para el siguiente reto físico.

3. Control del apetito

Gracias a su contenido en grasas saludables y fibra, un batido con frutos secos ayuda a mantener la saciedad por más tiempo. En Frutos Secos Auro, esto nos ayudó a regular mejor nuestras comidas y evitar picoteos innecesarios.

4. Mejora de la composición corporal

Al combinar proteína vegetal, carbohidratos naturales y grasas buenas, nuestros batidos favorecieron un aumento de masa muscular saludable y la reducción de grasa corporal. Cada semana preparábamos nuevas combinaciones, variando entre anacardos, avellanas y nueces.

5. Versatilidad de sabores y recetas

Nunca nos cansamos de nuestros batidos. A veces añadimos plátano, otras veces una pizca de canela o un toque de miel natural. Esta flexibilidad hace que mantener el hábito sea sencillo y delicioso.

En actividades de larga duración, como salidas de más de dos horas, llevar pistachos o anacardos puede marcar la diferencia. No solo aportan energía, sino que ayudan a evitar la sensación de fatiga extrema que a veces aparece en las últimas fases del esfuerzo.